Han vuelto al lugar del que salieron hace algunos años. Vienen con la mirada más modesta. Llegan puntuales y no se agrupan en corrillos bulliciosos a las puertas del instituto. Esperan que toque el timbre y entran en las aulas sin regatear el tiempo de espera. Cuando el profesor aparece, ya tienen preparado el bloc, el bolígrafo y la mirada atenta…
Así comenzaba el artículo semanal, y esencial, de Concha Caballero, que podíamos leer el pasado sábado en el diario EP y que puedes retomar en su blog IDEAS, antes de volver a la tormenta el próximo jueves.