Durante la pasada semana, José Ramón (nuestro coordinador TIC) me comentaba que había irrumpido con fuerza, entre las páginas más visitadas desde los ordenadores del centro, OHMYDOLLZ. Si os asomáis a ella notaréis un color que me hizo recordar un reciente reportaje en el Ciberpaís llamado La consola rosa, en el que Pep Sánchez nos ponía al día sobre cómo la industria juguetera se adapta a los gustos de las jovencitas, que van cambiando las muñecas por los videojuegos, ofreciéndonos algunos datos de lo últimos años.
La tendencia ya ha puesto en alerta a la industria juguetera clásica, que comienza a adaptarse a los gustos femeninos del mundo virtual.
En un hecho insólito, dos juegos claramente dirigidos al sector femenino infantil fueron de los más vendidos el pasado año en España: Cocina conmigo (11º más vendido en 2008) e Imagina ser mamá (29º), aparte de los dos primeros, los familiares Wii play y Wii fit.
En el reportaje (en un pequeño artículo titulado "A" de niña) podemos leer algo sobre la reciente historia de los movimientos de las principales empresas para hacerse con las pequeñas consumidoras. Finalmente se hacen eco de las polémicas suscitadas sobre su contenido sexista y discriminatorio en el sentido de que "obstaculizan el acceso de los niños…":
… "Si antes una niña entre siete y ocho años aún jugaba con muñecas, ahora usa el móvil, el ordenador y la videoconsola". … Según Ana Otero "las nurturing o muñecas bebé, muestran una caída del 5,2% respecto a 2007". Los videojuegos para niñas han abierto debates sobre el contenido sexista y discriminatorio, obstaculizando el acceso de los niños desde el título, siempre con el sujeto femenino, como 'veterinaria', 'o 'bailarina'. Una polémica que no se ha vivido tan crudamente cuando los sujetos son masculinos.
