Cambio radical, la cirugía estética como espectáculo mediático. Las protestas médicas, de consumidores y de feministas no se han hecho esperar; he echado de menos las protestas del sentido común. El 88% de las personas participantes han sido mujeres. Y sólo se acepta hacer "cambios radicales", nada de pequeños arreglos. El número de personas que se han presentado a la selección ha sido "sólo" de 45.000, las 18 que lo lograron renegarán de su vida anterior y pasarán a la categoría de personas guapas.
¿Queréis ver el radical cambio de Sandra?
Para conocer algo más de este mundo podemos leer un artículo de Rosa Solbes que se publicó en El País: Estéticas.
No sé cómo una mujer puede llegar a poner su propia vida en peligro por un cambio que, será todo lo «radical» que quiera ser, pero se queda sólo en lo superficial, en lo estético. Desgraciamente vivimos en una sociedad que ha
«radicalizado» y malinterpretado el dicho «más vale una imagen que mil palabras».
El problema, además, es que la estética dominante, el canon actual de «perfección absoluta», es el de la mujer de delgadez extrema, lo que ha llevado a nuestras adolescentes a caer en enfermedades de las que no pueden salir con facilidad y que desembocan en muchas ocasiones en la muerte (puede consultarse un artículo relacionado con el tema en http://www.psiquiatria.com/articulos/tralimentacion/anorexia/29095/).
Resulta también bastante curioso que el mayor porcentaje, tanto de operaciones estéticas como de enfermedades relacionadas con trastornos alimenticios, lo cubran las mujeres. ¿No tendrá algo que ver el modelo de sociedad imperante, la propia publicidad y programas de televisión como éstos?… La respuesta es obvia.