Saramago tuvo una «idea utópica», «una marcha de hombres por la calle y las mujeres apoyando desde las aceras» protestando por la violencia machista. Ayer se hizo realidad por las calles de Sevilla. Así comenzó el manifiesto leído que continuaba diciendo que el número de muertes de mujeres a manos de los hombres sigue siendo alarmante y que aunque en los últimos años se hayan adoptado medidas jurídicas y administrativas, estás son insuficientes y se precisa una «movilización general de la sociedad» que genere un «clima de tolerancia cero contra la violencia machista».