Mes: febrero 2008

Cuatro meses, tres semanas, dos días

Lo pasé mucho peor viendo esta película que impresionado por Javier Bardem en la que le ha supuesto la estatuilla famosa. He leído muchos adjetivos que intentan definir esta cinta: austera, tenebrosa, inquietante, realista… cuando la veáis añadid el que queráis.
A través de una sola cámara nos convertimos en partícipes, cómplices y víctimas de una historia que vamos a tardar en olvidar, la odisea de dos chicas (una de ellas quiere abortar) en la Bucarest de los últimos días del comunismo, donde al aborto estaba totalmente prohibido.
Desde las primeras imágenes en la residencia de estudiantes donde viven, pasando por la ducha o el suelo del servicio de un hotel, hasta los recorridos por la pesada noche de Bucarest, todo permanecerá en nuestro cerebro (por lo menos lo ha hecho en el mío).
No es película para efectos especiales (ni para pelucas), aunque los consigue y mucho.
No te la pierdas si aún crees en el cine.

Más recomendaciones

Algunas entradas que hemos leído últimamente pueden interesaros:

Las pescadoras de El Palmar

La Comunidad de Pescadores de El Palmar, en la albufera valenciana, ha decidido, durante esta semana que acaba, poner fin a la batalla legal que se venía manteniendo durante los últimos 11 años: se abren las puertas a las mujeres.  Tuvimos noticia ya hace algunos años de la  siatuación, ahora por fin el 70%  de los socios de la comunidad votaron a favor de acabar con esta situación, que venía minando la convivencia de un pueblo de 900 habitantes.
Aunque la discrimación data de hace 750 años, los once últimos de guerras judiciales han sido los más duros, hasta conseguir que las hijas de los pescadores tuviesen los mismos derechos que los descendientes varones.

Carmen Conde

Carmen Conde, consigue ser la primera mujer de la RAE el 9 de febrero de 1979. Su discurso de ingreso, Poesía ante el tiempo y la inmortalidad, es sólo una pequeña muestra de su capacidad creadora, que abarca la poesía (definida por ella como "el sentimiento que le sobra al corazón y te sale por la mano"), los relatos, el teatro, las memorias, o, incluso, la literatura infantil. Llama la atención cómo ha pasado a la historia por la anécdota de ser la mujer que consiguió por primera vez ser miembro de la RAE (eso sí, después del rechazo que tuvo su candidatura en 1978), no por la calidad y cantidad de su amplia biografía.

María José Aguilera

Recomendaciones de aquí y de allá

Si tenéis tiempo, algunos consejillo:

Paridad

Seguro que ya conoceréis la noticia de la decisión del Tribunal Constitucional a favor de la Ley de Igualdad, sobre la que se habían interpuesto un recurso y una cuestión de incontitucionalidad.

Os propongo tres lecturas sobre el tema. Ésta es una pequeña introducción sobre el mismo que realiza Nuria Valera en su libro "Feminismo para principiantes":

El término paridad nombra una representación igual de las mujeres y de los hombres en las instituciones electas. En la práctica, se ha formulado en que ninguno de los dos sexos esté representado ni por encima del 60 % ni por debajo del 40%. La desigualdad de los sexos en la representación cuestiona los fundamentos de la democracia representativa; la paridad debería contribuir a refundar un sistema democrático que es todavía deficiente, ya que no ha podido integrar a la mitad de los ciudadanos, esto es, a las ciudadanas.

La noción de paridad nace políticamente en Europa. La expresión «democracia paritaria» se lanza en un coloquio organizado en 1989 en Estrasburgo por el Consejo de Europa el que la igualdad entre hombres y mujeres se plantea como una cuestión política. Pero fue en 1992 cuando la paridad quedó fijada. A petición de la Comisión de las Comunidades Europeas, tuvo lugar el 3 de noviembre de 1992, en Atenas, la primera cumbre europea «Mujeres al poder», compuesta por ministras o ex ministras del ámbito europeo. Las participantes denunciaron el déficit democrático existente y proclamaron la necesidad de conseguir un reparto equilibrado de los poderes públicos y políticos entre hombres y mujeres. En esta primera cumbre se firmó la denominada «Declaración de Atenas». En ella se constata que la igualdad formal y real entre las mujeres y los hombres es un derecho fundamental del ser humano, que las mujeres representan más de la mitad de la población y que la democracia exige la paridad en la representación y en la administración de las naciones. Las firmantes aseguran que «constatan un déficit democrático» y que, por lo tanto, piden la igualdad de participación de las mujeres y de los hombres en la toma de decisión pública y política.

Una opinión en contra:

..A este respecto, me atreveré a poner un ejemplo, relativo a las llamadas discriminaciones positivas. No haré mención a los efectos perversos de tales políticas, ya demostrados allí donde primero se pusieron en práctica, es decir, en los Estados Unidos de América. Sólo diré que toda discriminación social implica un despilfarro en la utilización de recursos humanos y así ocurre, por ejemplo, con esa discriminación positiva llamada paridad. Eso de la paridad, aunque se disfrace de todo lo contrario, es un eslabón más de una larga cadena de obstáculos contra el principio constitucional que consagra el mérito y la capacidad. Principio que han detestado y detestan todos los que son o aspiran a ser privilegiados. Pues bien, nadie parece atreverse a publicar la mínima opinión contradictoria con los dictados que emanan del pensamiento (por llamarle algo) "políticamente correcto". Yo estoy en contra de la paridad y creo tener buenos y progresistas argumentos para estarlo, pero si estuviera a favor, también me gustaría leer y escuchar argumentos y no escuchar tan sólo este espeso silencio hamletiano y censor.

Joaquín Leguina

 Y terminamos con Alicia Miyares:

El nimio porcentaje de mujeres a escala mundial en las instituciones representativas y la dificultad de las mujeres para consolidar el liderazgo en aquellos países que ofrecen datos aceptables de representatividad son indicadores exactos de una ciudadanía deficitaria de las mujeres. Así pues, para poder hablar de una democracia plena no sólo han de cumplirse los criterios de voto individualizado, diversidad de partidos y periodos electorales, sino corregir también los fallos de representatividad. De ahí que el feminismo entienda la paridad como un derecho que asegura la representatividad proporcional de los sexos.

Podéis encontrar otros muchos documentos a favor o en contra sin buscar demasiado.